Eneatipo 4

Dramáticos, envidiosos, extravagantes, raros, inadaptados… ¿Son así realmente los eneatipo 4?

Si queremos entender profundamente al eneatipo 4 hemos de tener claro cuál es su motivación vital: el deseo de sentirse único, especial, auténtico.

Para satisfacer este deseo, utiliza como estrategia el esforzarse por distinguirse de los demás y realizarse como persona; realzando aquellos aspectos de su individualidad que le diferencian de forma original

Este es un eneaprejuicio común que nos encontramos en el mundo del Eneagrama cuando tratamos de comprender al Eneatipo 4. No, los Cuatros no están siempre cabizbajos. De hecho, hay muchos Cuatros que se sienten realizados con su vida que se encuentran felices y satisfechos. Lo que ocurre realmente es que, el Eneatipo 4 está muy conectado con sus sentimientos, tiene una gran inteligencia emocional a la hora de saber identificar sus estados internos. Un eneatipo 4 me comentó hace años:

«Una vida sin emociones no merece la pena ser vivida»

Y realmente, es una afirmación inspiradora. El problema es que, una gran virtud se puede convertir en un gran defecto. Es cierto que en el Eneatipo 4 podemos ver cierta tendencia a la melancolía, hay algo en la tristeza que no les termina de disgustar del todo. Esto hace que puedan entrar en estados de ciclotimia y volverse montañas rusas emocionales.

Verdaderamente, lo que motiva a los Cuatros es ser auténticos, buscar su valor intrínseco, aquello que les hace especiales, únicos, originales, lo que de alguna forma les diferencia de los demás. Podríamos decir que, muchas veces, lo que buscan es un estado de metamorfosis, es decir, renovarse y realizarse como persona. Por eso hay tendencia a encontrarse a Cuatros interesados por el mundo del desarrollo personal.

Por otro lado, los Cuatros tienen una especial admiración por la belleza, aunque el concepto de belleza es distinto en cada uno de ellos. Nos podemos encontrar con la belleza surrealista de Salvador Dalí, la musical de John Lennon, la tecnológica de la mano de Steve Jobs, etc. Pero todos los Cuatro tienen en común ese punto de querer crear algo bello y bonito en el mundo.

Para entender cómo es filtrar la realidad a través de las lentes fotocromáticas del Eneatipo 4, podríamos pensar en la diferencia entre las piedras y los diamantes. A las piedras nadie les da valor, ¿Verdad?, son comunes, no tienen nada especial, pasan desapercibidas, son ignoradas. Sin embargo, los diamantes son escasos, bellos, preciados, tienen luz propia. A un Eneatipo 4 le gustaría sentirse como un material precioso en un mundo lleno de piedras grises y vulgares. De alguna forma, sienten que tienen en su interior un diamante en bruto, pero que por algún motivo se ha construido alrededor de éste una costra que les ha impedido sacar su belleza, su potencial, su identidad personal.

No realmente, es verdad que en el ambiente artístico hay cierta tendencia a que haya mayor porcentaje de Cuatros, pero ni son los únicos que se dedican a este terreno ni todos los 4 son artistas. Podemos encontrárnoslos en cualquier área, pero aquello a lo que se dediquen trataran de darle un toque especial y diferenciador. Por ejemplo, si se dedican al ámbito de la medicina, buscarán otras formas de tratar a los pacientes más allá que las tradicionales, como la osteopatía, la medicina tradicional china o cualquier otro método.

En estado estresado e insano, se desequilibran emocionalmente y se retraen. Se centran en sí mismos, se vuelven tímidos y se ocultan de los demás porque se sienten vulnerables, defectuosos o poco valiosos. Sufren problemas de autoestima porque se obsesionan con sus defectos. Su egocentrismo afecta a sus relaciones con los demás porque desdeñan las formas normales de vivir de las personas corrientes. Empiezan a tener problemas de autocompasión y de envidia.

Cuando esta búsqueda de “ser único” se vuelve excesiva, los 4 empiezan a ser muy individualistas, raros, estrambóticos, inadaptados sociales, egocentristas y caprichosos. Se centran tanto en sí mismos que pueden llegar a perder el sentido de la realidad y la normalidad.

Los eneatipo 4 evolucionados, son grandes maestros emocionales y nos enseñan a identificar nuestras propias emociones, a aceptarnos como somos, a creer en nosotros mismos, a poner en valor nuestros talentos y virtudes. También a saber respetarnos y a hacer valer nuestra identidad.

La estrategia de esforzarse por ser único significa ser especial, hacer cosas diferentes, creativas y especiales que aportan emociones y novedad a sus vidas, a los demás y al mundo. Los 4, en su deseo de ser únicos, son personas con mucha personalidad y pasión por conocerse, crear belleza y “sofisticarse” a sí mismos.

En estado sano y equilibrado los Cuatros son muy introspectivos y conscientes de sí mismos, sensibles, humanitarios, muy expresivos y emocionales. En su mejor aspecto, son personas que brillan en ambientes creativos, donde expresan su originalidad y aportan su talento.

Pues de muchas maneras: ayudándole a darse cuenta de sus puntos ciegos, desarrollar sus talentos, aclarar sus valores y virtudes, reevaluar su autoimagen y propio sentido de valía, educar el autocontrol en temas como la comparación y la crítica hacia los demás, ayudarle a equilibrar las diferentes áreas de su vida a través del trabajo de desarrollo personal con las flechas (las líneas internas del eneagrama que le conectan con el 1 y con el 2)… y un largo etcétera.

El trabajo de desarrollo personal es el más importante, pero previamente se debe hacer un diagnóstico y análisis adecuado de lo que le pasa a la persona eneatipo 4 (también hay que saber su subtipo y sus características individuales temperamentales y morfológicas).