Eneatipo 9
El que ve la vida a través de las lentes de la «armonía»
¿Cómo es el Eneatipo 9?
Perezosos, vagos, empanados, indolentes, complacientes… ¿Son realmente los Eneatipo 9 así?
Si queremos entender profundamente al eneatipo 9 hemos de tener claro cuál es su motivación vital: el deseo de sentirse tranquilos, en armonía y vivir sin complicaciones.
Para satisfacer este deseo, utiliza como estrategia el esforzarse por mantener la calma, estar a gusto, despreocupados, continuar con su ritmo de vida y evitar conflictos inútiles.
Pero entonces… serán personas vagas a la que les da igual todo, ¿no?
Este es un eneaprejuicio común que nos encontramos en el mundo del Eneagrama cuando tratamos de comprender a este tipo de personalidad. Sin embargo -según las observaciones que he realizado durante los más de 10 años que llevo investigando esta herramienta-, realmente, los Nueves pueden ser personas enormemente atentas, diligentes, responsables y pendientes de la gente a su alrededor. Ahora sí, todo esto lo hacen de forma ecuánime y serena, manteniendo una profunda estabilidad interna.
¿A que no sabías que, por ejemplo, los trabajadores que abren las lonjas de pescado a las 5 de la mañana, tienen tendencia a ser Nueves? Con esto no quiero decir que todos los 9 se dediquen a este sector ni que a todos les interese este tipo de trabajo, dependerá también del subtipo de 9 que sea y de muchos otros factores. Lo que quiero decir es que, pueden llegar a ser personas extremadamente trabajadoras, con unos horarios y rutinas diarias bastante duros que requieren, de hecho, de mucha solidez interna.
Podríamos decir metafóricamente que su filosofía de vida podría ser el Hakuna Matata “Ilustrado”, ¿Conoces esta canción de la película El Rey León?
Hakuna matata, vive y deja vivir
Hakuna matata, vive y sé feliz
Ningún problema debe hacerte sufrir
Lo más fácil es saber decir
¡Hakuna matata!
Básicamente, filtrar la realidad a través de las gafas del Eneatipo 9 se resume en: buscar estar bien, que las cosas fluyan, que la gente haga lo que tiene que hacer, que viva y deje vivir… Disfrutar de la vida y ya está, así de simple.
¿Y qué hacen en el eneatipo 9 para conseguir este deseo de sentirse tranquilos, en armonía?
Pues intentar armonizar su entorno, tranquilizar, apaciguar las aguas siempre que es posible, facilitarse la vida intentando hacer simples las cosas más complicadas. Los Nueves pueden llegar a ser grandes optimizadores de recursos. Por todo ello también muchas veces nos encontramos en bastantes organizaciones a Nueves como líderes.
¿¡Líderes!?
Sí, líderes, porque son personas que consiguen traer paz y equilibrio al equipo; porque buscan las formas más fáciles, sencillas y eficaces de hacer las cosas; y porque son capaces de avanzar de forma constante, puesto que su modo de trabajar es sin prisa pero sin pausa.
¡Así que todos los 9 son personas simpáticas y agradables!
Bueno, a ver, tenemos varios tipos de nueves, también te puedes encontrar a 9 que son bastante gruñones y malhumorados, pero siguen teniendo en común esta motivación interna de querer sentirse a gusto y en armonía. Como en todos los Eneatipos, nos podemos encontrar a personas que son más más tóxicas, inmaduras o desequilibradas, pero también, a personas que han integrado sus valores, que son más sanas y dignas de admiración.
Grábate lo siguiente en la cabeza: el Eneatipo no hace a la persona.
Cuando los 9 empiezan a entrar en estados de estrés, exageran esta búsqueda de paz y se convierte en pasividad. Empiezan a evitar los conflictos y problemas, se quedan sin energía, se “empanan”. Se ponen a vivir en ralentí, en piloto automático, perdiendo la conciencia de las cosas que suceden a su alrededor. Vaya, se vuelven zombies vivientes.
Así que, si el Eneatipo 9 realiza esta búsqueda de la armonía de forma adaptativa, con su enorme estabilidad interna logran que todos se sientan incluidos cuando están alrededor suyo. Son líderes bondadosos a los que todo el mundo quiere y se fía de ellos. Son conformistas, confiados, estables, afables, serviciales y ofrecen su apoyo. Y además son disciplinados, vitales, capaces de unir a las personas y solucionar conflictos.
Pero claro, si buscan la estabilidad y la armonía de una forma desequilibrada, la obsesión por estar en paz se convierte en pereza y acedia (olvido de sí mismo). Pueden claudicar ante los demás, transigir y tolerar en exceso, sufrir con tal de mantener la armonía a toda costa. Si su pasividad va en aumento pueden mostrar conductas evasivas y huidizas, o, por el contrario, testarudas y gruñonas.
¿Y cómo puede aprender un 9 a desarrollar los aspectos más positivos de su eneatipo?
Pues de muchas maneras: ayudándole a darse cuenta de sus puntos ciegos, desarrollar sus talentos, aclarar sus valores y virtudes, desarrollar la asertividad, incentivar la conexión consigo mismo y sus necesidades personales, ayudarle a equilibrar las diferentes áreas de su vida a través del trabajo de desarrollo personal con las flechas (las líneas internas del eneagrama que le conectan con el 3 y con el 6)… y un largo etcétera.
El trabajo de desarrollo personal es el más importante, pero previamente se debe hacer un diagnóstico y análisis adecuado de lo que le pasa a la persona eneatipo 9 (también hay que saber su subtipo y sus características individuales temperamentales y morfológicas).