Pensamientos intrusivos

¿Qué son los pensamientos intrusivos?

¿Alguna vez te has obsesionado en bucle con una idea que se te ha metido en la mente y que eres incapaz de dejar de pensar en ella? Los pensamientos intrusivos son aquellas ideas o imágenes no deseadas, involuntarias y espontáneas que se atascan en nuestra cabeza y que pueden afectar negativamente nuestra salud mental.

Al no buscarlos, sino aparecer de forma involuntaria, solemos verlos como algo ajeno a nuestra persona, como si no tuviera que ver con nuestra forma de ser. No obstante,

la mayoría de las personas han experimentado este tipo de pensamientos alguna vez en su vida, llegándoles a causar un alto grado de malestar y angustia.

Estas ideas pueden llegar a convertirse en una obsesión, y quienes lo viven temen terminar llevando a cabo las elaboraciones de su mente. Por eso mismo, muchas personas suelen mantenerlas en secreto.

Estas obsesiones que nos producen ansiedad, pueden permanecer en nuestra mente durante largos periodos de tiempo, y se pueden llegar a convertir en el centro de nuestra vida si no las trabajamos adecuadamente.

De hecho, pueden llegar a generar síntomas del trastorno por estrés postraumático, trastorno bipolar, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno de ansiedad y ansiedad generalizada, depresión, y culpa excesiva, entre otros.

Los pensamientos intrusivos

Causas de los pensamientos intrusivos

Irónicamente, la causa de los pensamientos intrusivos radica en el deseo de no querer actuar como se piensa. El deseo de alejarlos de la idea no hace más que forzar más su presencia. El origen de estos pensamientos es tanto biológico como cognitivo.

Biológicamente, nuestro cerebro tiene predisposición a generar pensamientos automáticos de manera continua. En condiciones normales, el cerebro soporta perfectamente el bombardeo de ideas que nos manda nuestra propia mente, y somos capaces de filtrar las más idóneas para la situación concreta que estemos viviendo.

Cognitivamente, nuestra mente tiene tendencia a rumiar los pensamientos para tener una falsa sensación de control sobre las situaciones que podemos percibir como estresantes. Los pensamientos rumiantes aparecen cuando algún evento o situación nos sacan de nuestra zona de confort y nos genera ansiedad. También pueden aparecer cuando tenemos que tomar una decisión y no sabemos qué elegir dentro de todas las posibilidades, ya que le damos vueltas durante días, meses o incluso años cayendo en la trampa de la obsesión inmovilizadora.

Tipos de pensamientos intrusivos

Hay 4 tipos principales de pensamientos intrusivos:

Pensamientos agresivos o violentos

Basados en la búsqueda de hacer daño a otras personas o a sí mismos. Incluso pueden darse con seres queridos a los que no les deseamos ningún mal (recuerda que no es lo mismo tener estos pensamientos que llevarlos a la acción). Por ejemplo, querer agredir a un niño o tener el impulso de lanzarse a las vías del tren.

Pensamientos sexuales

Basados en la obsesión con las fantasías y los deseos eróticos. Curiosamente, las personas que más consideran estas acciones moralmente reprochables, son quienes más suelen tener este tipo de pensamientos recurrentes. Por ejemplo, uno de los más comunes pensamientos sexuales intrusivos se produce cuando se duda de la propia identidad sexual; haciendo resurgir sentimientos de vergüenza que llevan a vivir en el aislamiento y a tener dificultad para hablar de sus miedos, dudas y preocupaciones acerca de ello.

Pensamientos religiosos o blasfemos

Basados en dilemas relacionados con la moral religiosa que se practica. El individuo puede llegar a tener ideas blasfemas o negativas sobre hechos o figuras referentes a su religión. Por ejemplo, el impulso de decir palabras blasfemas durante la oración o en eventos religiosos.

Pensamientos sobre la muerte

Basados en generar en la mente eventos o imágenes catastróficas relacionadas con la muerte. Por ejemplo, obsesionarse con la posible muerte de sus seres queridos o con situaciones que nos podrían llevar a nuestra propia muerte como las enfermedades.

¿Cómo gestionar los pensamientos intrusivos?

Para empezar, tenemos que recordar que los pensamientos intrusivos aparecen cuando algo nos saca de nuestra zona de confort, produciéndonos malestar y pensamiento rumiante. Por lo que el primer paso sería tratar de identificar el origen de nuestro pensamiento obsesivo. Aún así, estas serían algunas claves para gestionar los pensamientos intrusivos:

 Acepta el pensamiento intrusivo

En vez de luchar o tratar de huir de él, acéptalo tal y como es, pues es como funciona nuestro cerebro. Están ahí para transmitirnos un mensaje. Déjalos estar y, paradójicamente, irán disminuyendo de intensidad paulatinamente.

Escribe sobre tus pensamientos intrusivos

Un método terapéutico para reducirlos puede ser expresar los pensamientos y sentimientos que te generan las ideas obsesivas. Puedes además anotarlos como si fuera en una lista de la compra y apartarlos psicológicamente para más adelante. Luego, dedícales 10 minutos a diario para poder despejar tu mente el resto del día.

Realiza ejercicio

El ejercicio ayuda a liberar energía y por tanto, te permitirá tener la mente más calmada y rejada. Realiza ejercicio con frecuencia para poder disminuir los pensamientos intrusivos.

Medita

El Mindfulness también te puede permitir gestionar tus pensamientos, pues te ayuda a aprender a observar los pensamientos dejándolos pasar, sin quedarte estancado en una idea o imagen mental.

Acude a terapia

Si sientes que no puedes con ellos o no encuentras la manera que más se adapte a ti para gestionarlas, acude a un profesional para que te guíe de la manera más adecuada e individualizada según sea tu caso particular.

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