La historia de superación de un enatipo 4 Transmisor
Juan Manuel
Espacio la Salvaje
La historia de superación de un enatipo 4 Transmisor
José Manuel
Espacio la salvaje
¿Aún no lo ves? Tú haces el mundo más hermoso
La historia que inaugura esta sección es especial por varios motivos, aunque, evidentemente, si hablamos de un eneatipo 4 no podría haber sido de otra manera.
Además, esta persona, es un alumno del Instituto AutoGnosis (una escuela de autoconocimiento y un centro sanitario de psicología de la personalidad) y, en cierta manera, un ejemplo rotundo de lo que significa sacar lo mejor y lo más bello de los recursos que tenemos a nuestro alcance.
El crecimiento personal, conlleva un impulso de voluntad y de búsqueda y, él, no cabe duda, no solo se ha esforzado por profundizar en su auto-conocimiento, sino que también, en ese camino y, en nuestra opinión, ha conseguido sacar el súper-poder del 4 y hacer del mundo un lugar mejor.
“Yo tengo una visión pesimista o derrotista, pero si haces un retroceso, en el fondo podría decirse que la realidad es muy diferente a la visión que yo tengo. Lo de la peluquería no me parece especialmente reseñable. Pero claro, vengo de una familia extremadamente pobre. Nosotros hemos vivido en la calle. Literalmente, yo he pasado noches en un parque, tapado con un plástico. Siendo muy pequeño. Lo que pasa es que, todo ha sido paso a paso… Y, bueno, yo veo siempre que nunca soy suficiente. De hecho mi perfeccionismo, más que perfeccionismo es como un trabajo arduo para poder sentirme más completo. Entonces estás todo el rato luchando para que todo te salga bien porque no te sientes suficiente…
…Para mí, de hecho, una de las cuestiones más importantes a nivel de evolución es tener bien identificados los patrones, incluso el hecho de valorar que quizás haya patrones en mí que no estén descubiertos, tener conciencia incluso de que, hasta aquello en mí en lo que sí creo puede fallar, me abre la puerta a una observación más honesta conmigo y más flexible, y eso creo que sí me ha ayudado a mejorar…
…Generalmente los demás hablan de mi seguridad, pero yo creo que el hecho de reconocer mi propia inseguridad también genera mucha seguridad. No lo había pensado nunca, pero creo que abrazar la inseguridad también lleva a la certeza de algo… En ese sentido, hay cosas en las que soy muy seguro y mi inseguridad, no es tanto inseguridad como el sentimiento de no ser suficiente. Es parecido, pero no exactamente igual. Yo tengo las cosas muy claras, pero no soy suficiente.Y necesito que los demás validen mi suficiencia porque no la veo y suelo buscar en los demás mi valía…
…Sí, mi historia, obviamente es de superación, eso lo tengo claro, pero si me paro a mirar los logros a veces creo que soy un 6, porque nunca son suficientes. No me paro a mirar lo que he conseguido, sino lo que me falta y lo que quiero. Porque si me paro a mirar, termino comparando y no me resulta suficiente… Pero, superación hay. He vivido en un entorno con una madre prostituta y un padre drogadicto. En una familia dónde yo era el hermano mayor y me tocó cuidar a mis hermanos. Con 6 años ponía el biberón en el microondas para calentarlo y echaba unos cacitos de polvo al agua para calentar el biberón, sabía perfectamente que había que echar dos cacitos y medio de polvo en el biberón hasta la marca. Y calentaba el agua, lo mezclaba y luego tenía que probarlo en la mano para que no quemara y quitarle el grumo de la tetina para que saliera bien la leche y dársela a mi hermano. Eso con 6 años. Quiero decir, la responsabilidad que he tenido que asumir desde muy chico ha sido realmente desbordante. Entonces claro, lo normal en mi caso, entiendo que sería tener una vida bastante más desestructurada y a nivel psicológico estar mal. Osea, y creo que soy fuerte y aunque he tenido muchas taras, evidentemente las he ido superando.
Empecé a trabajar con 16 años porque tenía que salir del hogar de menores y, de hecho, el trabajo ha sido como mi punto de inflexión para demostrarme que yo valía, porque el trabajo para mí era, la peluquería, supuso para mí algo que no había tocado ningún adulto. Algo donde “ningún adulto había metido mano”, de hecho recuerdo literal esa expresión. Entonces era como que, en cualquier sitio dónde los adultos metían mano -y no pensaba solo en mi padre o mi madre- sino incluso en el hogar de menores, se destrozaba. Y, entonces, para mí la peluquería fue como: mira lo que estoy consiguiendo yo. Y siempre fue a más y a más. Y, además no dejaba que entrara nadie adulto. Porque en su momento yo tenía mi tutela. Y ha sido como el punto que me permitió decir: puedo ser bueno en algo, soy capaz de ser responsable. Y, también, aunque yo me he fijado en referentes buenos, el hecho de tener referentes negativos me ha hecho alejarme de ellas y ponerlas como punto de no querer ser así o no querer llegar a eso. Vuelvo a lo mismo: he visto alcohol desde primera hora de la mañana, maltrato físico, abusos. De hecho, en el propio hogar de monjas. Que se cerró por maltrato físico y psicológico. A mi hermana la ataban a una silla con una correa…
…Claro, pero yo no te voy a contar ese rollo de triunfador, porque no lo siento…
…Sí, lo más fácil hubiese sido otra cosa…Porque he vivido desde muy joven relaciones muy tóxicas, relaciones de poder, de poder de los adultos sobre los niños…Y, yo tengo una vida “normal”, bueno, léase lo de normal: común, con mi pareja, lidiando con los problemas que puedes tener cotidianamente, pero sana, con amigos de forma sana y todo el rato retándote a explorarme a nivel interno para mejorar, para ver qué está sucediendo en mi vida que no quiero que esté. No sé…
…Ah, bueno, no sé lo que ven los demás, pero ¡con limones he hecho una macedonia!. He tenido poco, pero lo que he tenido lo he aprovechado bien… Y, bueno, si tú piensas que aporto belleza y eso, que no sé…pues escribe el artículo cómo quieras… Pero entonces ya no es una entrevista.”