¿Cómo cambian las personas? ¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestros hijos / amigos / clientes a que hagan cambios duraderos en sus vidas?

1º Un buen diagnóstico del problema es el 50% de la solución del problema.

Si queremos ayudar a una persona a hacer cambios en su vida, lo primero que tenemos que hacer es ayudarla a conocerse. ¿Y qué significa conocerse? entender cómo nuestros comportamientos en vez de mejorar, están empeorando su situación. Es decir, que si seguimos haciendo lo que siempre hemos hecho, conseguiremos más de lo mismo.

El Eneagrama es una metodología extraordinaria para diagnosticar rápidamente el funcionamiento de los problemas de cada uno de los 9 tipos de personalidad.  El Eneagrama explica que cada uno de los 9 tipos de personalidad tenemos un “mecanismo de defensa” que nos auto-sabotea y nos dificulta el cambio.

Por ejemplo, el mecanismo de defensa de los “leales” (Personalidad tipo 6 del Eneagrama) les lleva a estar constantemente pensando en el futuro. El deseo de estas personas es vivir seguras, por lo tanto, sus mentes están todo el rato pensando las cosas para prevenir problemas en el futuro. ¿Qué les sucede de positivo cuando estas personas se dan cuenta de esta tendencia excesiva de analizar los problemas del futuro? Pues que logran relajarse y centrarse en el presente. Y viviendo más relajados, están más conscientes de lo que hacen. Y al vivir sin ansiedad ni estrés, hacen mejor las cosas en el presente y así previenen mejor los hipotéticos problemas del futuro.

Descubrir los “9 mecanismos que impiden el cambio” es una gran revelación, un impacto de claridad y comprensión de nuestros “más de lo mismo”.

Eneatipos

 

2º Para activar el cambio, necesitamos cambiar el área mental, física y emocional (mente, cuerpo y corazón)

Pero la comprensión por sí sola no resuelve los problemas. Diagnosticar y entender cómo funciona un problema, si bien es condición necesaria para su solución, no es suficiente. Tenemos que aplicar la “medicina” correcta.

Por consiguiente, a la hora de activar el cambio en las personas, tenemos que cambiar la forma de pensar y de ver el problema (mente); 2º también tenemos que facilitar el cambio modificando el entorno físico y los hábitos de acción (cuerpo), y 3º,  para mantener la motivación necesaria que consigue el cambio necesitamos activar la energía emocional (corazón).

1º A nivel de cambio mental, tenemos que ayudar a la persona a tener más claridad y dirección.

2º A nivel de cambio emocional, hay que crear la motivación necesaria para lanzarse a la acción.

2º A nivel de cambio físico, hay que poner un camino fácil y crear buenos hábitos y estrategias.

Por ejemplo, si un fumador quiere dejar de fumar tiene que mentalizarse, convencerse al 100% de que quiere dejar de fumar. Y no sólo eso, tiene que sentir profundamente la necesidad de dejarlo, – sintiendo la emoción del miedo a los problemas de salud del futuro, o la emoción del deseo de tener una salud mejor-. Y por último, el fumador tiene que cambiar sus hábitos y su entorno físico para facilitar el cambio; por ejemplo, dejando de acudir a lugares donde hay gente fumando.

Así pues, si conoces tu tipo de personalidad descubrirás tus patrones, hábitos o mecanismos negativos causantes de tus problemas. Una vez identificados estos mecanismos, tienes que aplicar las estrategias que te ayuden a mentalizarte, motivarte y pasar a la acción para activar el cambio.

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Cuerpo, Mente, Corazón