Gestión del tiempo

El tiempo, es sin lugar a dudas, uno de los más importantes recursos que poseemos. Aunque, como contraparte, son también muchas las personas que no saben de qué manera gestionarlo correctamente y sienten que, de alguna manera, los minutos se les escapan.

Por este motivo, gestionar de forma inteligente nuestro tiempo significa tener un mayor control sobre nuestra vida, nuestras acciones y sobre nuestras metas. Porque está claro que, si somos capaces de invertir bien nuestros recursos, tenemos muchas más probabilidades de obtener el máximo provecho de ellos y además evitar una serie de consecuencias negativas, como pueden ser, por ejemplo:

En este sentido, la correcta gestión del tiempo se transforma en la herramienta que puede ayudarnos a generar cambios importantes y positivos en nuestra vida, haciendo que enfoquemos nuestras energías y cada uno de los minutos de nuestro día, en aquellos aspectos que puedan aportarnos una ganancia a todos los niveles, no solo laboral, sino también a nivel personal, de disfrute y de autocuidado. Y, sin duda, a este respecto, poseer un mayor grado de conocimiento sobre nosotros mismos, sobre nuestras tendencias, las limitaciones y puntos fuertes de nuestra personalidad, o acerca de nuestras metas y objetivos, es un factor que puede ayudarnos a conseguir una mejor gestión del tiempo.

Existen algunos errores comunes en la gestión del tiempo que podemos evitar, tratando de ser conscientes de ellos. Entre los más habituales se encuentran:

Administrar el tiempo de forma eficiente pasa, necesariamente, por aprender a priorizar nuestras tareas o acciones. Por este motivo, descubrir cuáles son aquellas cosas que para nosotros tienen una mayor importancia, se transforma en uno de los principales puntos cuando deseamos gestionar de mejor forma nuestro tiempo. Algo que puede resultarnos de ayuda en este propósito es llevar una lista de tareas, puesto que de esta manera, nos resultará más sencillo visualizar de un golpe de vista, todas aquellas cosas que deseamos hacer y establecer un orden por importancia. Así mismo, el hecho de ir marcando aquellas que se completan, también se puede convertir en un aliciente positivo que nos impulse a continuar.

Otro de los grandes enemigos de la correcta gestión del tiempo es la distracción constante. La media de minutos que tarda una persona cada vez que intenta recuperar la concentración después de distraerse es ¡un promedio de 23 minutos!. Visto así, podemos hacernos una idea de la cantidad de tiempo que perdemos cuando no hemos aprendido a concentrarnos o cuando caemos presos de las distracciones constantes. Por este motivo, cultivar nuestra disciplina es algo fundamental a la hora de conseguir que, estas distracciones se reduzcan al máximo y podamos comenzar a emplear nuestro tiempo de forma mucho más productiva.

Si bien, un cierto grado de desorden es necesario para dejar espacio a nuestra creatividad, un exceso del mismo puede conducirnos a una nefasta gestión de nuestro tiempo y a una indecisión y falta de claridad constantes. Algo que se traduce en días perdidos, ausencia de claridad al respecto de nuestros objetivos y, a la larga, un claro sentimiento de falta de control sobre nuestra vida y, a la larga, de frustración. Esforzarnos por mantener cierto orden, tendrá consecuencias directas también sobre nuestra claridad mental, ayudándonos a tomar decisiones de forma más sencilla y acertada.

Aunque, a priori, puede sonar como algo muy trascendente, poseer conocimiento sobre cuáles son nuestras metas y objetivos, es una de las bases más importantes a la hora de gestionar correctamente nuestro tiempo. No es necesario que sepas a ciencia cierta cuáles son tus “objetivos vitales más profundos”, puedes comenzar con todas aquellas pequeñas metas o propósitos inmediatos o sencillos que deseas cumplir o alcanzar. Establecernos pequeñas marcas cotidianas, en muchas ocasiones, es la mejor forma de comenzar un camino que puede llevarnos a conseguir todo aquello que nos propongamos.

En mayor o menor medida, muchos de nosotros caemos en la procrastinación, es decir, en posponer de forma indefinida aquellas tareas que, bien por falta de ganas o de claridad, siempre dejamos para más tarde. En otras ocasiones, aunque comenzamos alguna tarea, acabamos por dejarla a la mitad, algo que también tiene consecuencias negativas sobre nuestra vida y, en mayor o menor medida, también sobre nuestra autoestima. Por este motivo, la procrastinación se convierte en uno de los principales enemigos a la hora de invertir nuestro tiempo, algo que debemos tener siempre presente para intentar dejar de divagar y tomar el impulso necesario a la hora de enfrentar aquellas cosas que nos cuestan “un poco más”.

Centrarnos en hacer las cosas bien suele ser un punto a favor, pero ¿qué ocurre cuando este afán por que todo salga a la perfección se convierte en un obstáculo? El perfeccionismo puede transformarse en una enorme traba a la hora de avanzar en la vida y de invertir nuestro tiempo de forma correcta. Es necesario aprender a lidiar con realidad, comprendiendo de entrada, que nada ni nadie es completamente perfecto y dejando un espacio en nuestra vida también para el error. El exceso de  perfeccionismo puede llevarnos al bloqueo, a la parálisis y a sentimientos de impotencia muy incapacitantes, por ello, es fundamental aprender a soltar y a aceptar nuestras limitaciones, orientando nuestra energía de forma más eficiente y positiva.

Nuestra mente necesita descansos. Aunque son muchas las personas a las que, la falta de “ocupación” les produce desasosiego. Para gestionar correctamente nuestro tiempo, también es necesario aprender a desconectar, consentirnos espacios de “tiempo muerto” en los que descansar, recargar energías y reflexionar de forma calma sobre aquello que deseamos, también de dejarnos sentir simplemente, de unicamente: estar. Estos momentos son importantes también para comprendernos mejor, para adquirir perspectiva y para poder hacer un mejor uso de nuestro tiempo después.

Pero, sin lugar a dudas, uno de los principales errores a la hora de gestionar correctamente nuestro tiempo es la falta de autoconocimiento. Saber quién somos, cuáles son nuestras necesidades y deseos, cuáles nuestros miedos y aspiraciones, cuáles nuestras virtudes y defectos, nos ayuda de forma evidente a ser más conscientes de cuáles son nuestras metas y de que manera podemos potenciar las facetas positivas de nuestra personalidad para invertir nuestro tiempo en conseguir aquello que queremos. También a lidiar con todos estos aspectos negativos que hemos visto, interfieren negativamente en nosotros y, muchas veces, nos causan esa angustia existencial de que “el tiempo se nos va sin que hayamos podido hacer nada…”

No cabe duda, de que el autoconocimiento, no es una meta que podamos alcanzar de un momento a otro, sino un camino que debemos recorrer, “dándonos ese tiempo que necesitamos” para comprender mejor quién somos y cómo podemos sacar lo mejor de nosotros mismos. Pero, existen algunas herramientas que pueden facilitarnos en gran medida esta labor. Una de ellas, es el Eneagrama de la personalidad, un sistema súper preciso de clasificación de las distintas personalidades que nos ofrece claves muy importantes a la hora de comenzar este recorrido para conocernos mejor a nosotros mismos y también a aquellos que nos rodean.

En AutoGnosis, escuela de Eneagrama y Desarrollo personal (Acreditada por la IEA, International Enneagram Asociation) y dirigida por el psicólogo Alberto Peña Chavarino, podrás descubrir todos los secretos de esta valiosa herramienta de autoconocimiento en sus cursos y formaciones 100% online.

Estamos seguros de que conocerte mejor gracias al Eneagrama, puede ayudarte a comenzar a gestionar tu tiempo de forma más eficiente, definiendo mejor tus propósitos y, a medio plazo, ayudándote a descubrir y potenciar todos los aspectos positivos de tu personalidad en las distintas áreas de tu vida.