El estoicismo y Copa Mundial de Fútbol

En plena celebración de la Copa Mundial de Fútbol, uno de los eventos deportivos  internacionales que más atraen la atención y las pasiones de los aficionados, en AutoGnosis, escuela de Eneagrama y desarrollo personal, queremos hacer una reflexión acerca del deporte en relación a uno de los saberes que, hasta nuestros días, continúa empleandose en la preparación de muchos deportistas de élite, incluyendo a la misma selección española: el estoicismo.

¿Qué es el estoicismo?

El estoicismo hace referencia a una doctrina filosófica cuya aparición se remonta a la antigua Grecia (s.III a.C) y cuya base se encuentra en el dominio, mediante la sabiduría, la tolerancia, el autocontrol y la fortaleza del carácter personal, de las circunstancias y aquellas pasiones o cosas que pueden perturbar nuestra vida, a fin de alcanzar un estado de mayor felicidad,  bienestar y conocimiento.

Entre otras, algunas de las ideas principales de la sabiduría estoica son: la de no dejarse dominar por los deseos o miedos, aprender a aceptar el momento presente tal y como es, aceptando aquello que no controlamos y centrándonos en lo que sí, la de emplear nuestro conocimiento para comprender mejor el mundo siendo conscientes de nuestra naturaleza (con nuestras capacidades y limitaciones), así como trabajar juntos y procurar la justicia y equidad en nuestro trato hacia los demás.

Unos valores que se pueden relacionar directamente con la idea de deportividad y con la dedicación, espíritu de superación personal y fortaleza mental que exige la práctica deportiva.

La importancia del deporte para los estoicos

De hecho, el deporte, era considerado por los estoicos como una de las herramientas más importantes en la práctica de esta filosofía de vida. Y no sin razón, actualmente, estos conocimientos estoicos son empleados por los grandes Clubes y preparadores deportivos en la formación de deportistas de cualquier disciplina, especialmente en el ámbito de la alta competición puesto que, entre las enseñanzas estoicas, podemos encontrar numerosas técnicas que pueden ayudar a estos deportistas a gestionar con mayor eficacia los grandes retos a los que se enfrentan. En efecto, la práctica de cualquier deporte conlleva una exigencia que, a priori, sin una disciplina, resultaría muy complicada de sobrellevar.

Una gema no puede ser pulida sin fricción,

ni un hombre perfeccionado sin pruebas”

(Seneca)

Los retos de los deportistas

  • Deben trabajar de forma constante y consciente esta disciplina.

  • Tienen que aprender a manejar de forma eficiente sus emociones, poniendo un foco especial en aquellas que pueden afectar negativamente a su nivel de rendimiento (frustración, miedos, enfado…)

  • Deben aceptar también grandes sacrificios.

  • Necesitan mantenerse en el presente, enfocados en el “aquí” y el “ahora”.

  • Han de ser capaces de sobreponerse a las derrotas y de ser resilientes.

  • No pueden permitirse el hecho de paralizarse o de buscar excusas. Han de continuar, bajo una presión que, en gran medida, no depende de ellos únicamente.

Es por todo esto, que los conocimientos estoicos suponen en la preparación de estos deportistas una base inmejorable a la hora de enfrentar su cometido, trabajando la fortaleza del carácter, tan necesaria en un ámbito de competición y aportándoles claves fundamentales para poder superarse, mantener su equilibrio interno y encarar los desafíos de su profesión.

Futbol y estoicismo

La dicotomía de control

Entre las técnicas estoicas, una de las principales a aplicar es la dicotomía de control. En resumen, la dicotomía de control hace referencia al hecho de que, en cualquier circunstancia, existirán factores que dependan de uno mismo, pero también existirán otros que no dependan de nosotros y que escapen a nuestro control. Y comprender esto es resulta primordial para cualquier deportista. Especialmente a la hora de esquivar una de las emociones más nocivas en el deporte: la frustración.

“Todos los asuntos tienen dos asas:

por una son manejables, por la otra no”

(Epicteto)

Fútbol: preparación estoica para el deporte rey

En el fútbol, por ejemplo, podemos ver este hecho reflejado claramente: el deportista solo controla una cosa; controla su desempeño, su concentración, su rendimiento, controla como juega el partido. Nada más.

  • No controla lo que hacen sus compañeros de equipo.

  • No controla lo que el árbitro señala.

  • No controla si el portero termina evitando el gol.

  • No controla si su equipo gana o pierde.

  • No controla qué ocurrió en el partido anterior.

  • No controla lo que dicen sobre él.

  • Sólo controla como juega en ese momento y las decisiones que toma en el “ahora”

A este respecto y, especialmente en los deportes de equipo como el fútbol, disponer de claridad respecto a esta dicotomía de control resulta básico porque, a pesar de que sean 11 los jugadores que están en el campo durante el partido, a la hora de obtener un mejor o peor resultado, entra en juego la disposición en términos futbolísticos (tácticos), psicológicos y emocionales de la plantilla al completo. Todos los jugadores (también aquellos que se encuentran en el banquillo o, inclusive en las gradas) deben estar preparados para afrontar los diferentes escenarios que puedan ir planteándose durante las largas temporadas de competición, pues la lista de posibles imprevistos es larga y, ninguno de ellos, sabe de antemano, por ejemplo, si le tocará jugar más o menos, ya sea a causa de una lesión propia, de la de un compañero o por cualquier otra circunstancia inesperada.

Es decir, imaginemos si un jugador que no ha sido convocado se enfadase porque el compañero que juega en su posición lleva jugados tres partidos en su lugar. Esa emoción, además de actuar en su contra directamente, desviarle de su cometido y disminuir su concentración, podría resultar fatal también para el equipo, por ejemplo, si en un momento dado le requieren en un cambio.

Al contrario, cualquier miembro del equipo debe mantenerse en el presente, estar siempre preparado y en las condiciones óptimas tanto a nivel físico como mental.

Los estoicos a este respecto hablaban acerca de la importancia de trabajar la virtud, esto es: de enfocarse en ser la mejor versión de uno mismo. Para los pensadores estoicos, todos los eventos que suceden son neutrales y somos nosotros los que hacemos una interpretación de los mismos. Así, frente a una misma circunstancia, cada persona puede tener una reacción diferente.

Esto puede ser aplicado a cualquier situación de la vida, también a un deporte como el fútbol que exige al jugador no solo un trabajo a nivel personal, sino a su vez frente al desafío que plantea el oponente y todas aquellas circunstancias que escapan de su control individual.

De hecho, Epicteto, el pensador estoico utilizó el juego de pelota como metáfora de la vida afirmando que la pelota es neutral, de la misma forma que lo son los eventos. Y, con independencia de las circunstancias que se nos vayan presentando, dependerá de nosotros mismos cómo reaccionamos a las mismas y cómo la manejamos de la mejor manera.

«Lo importante no es lo que representa la pelota, el bien o el mal, importa cómo lanzarla y atraparla» (Epicteto, Conversaciones).

Un buen ejemplo de esto mismo podríamos encontrarlo en una situación que vemos en los partidos con relativa frecuencia, cuando el arbitro, frente a un gol aparentemente legal, se equivoca o simplemente considera que no es válido. Este tipo de situaciones, sin la templanza adecuada y una determinada fortaleza mental, puede derivar en emociones como impotencia, estrés, enfado, etc. y terminar mermando enormemente a los jugadores, desmotivando al equipo y teniendo una consecuencia nefasta en el marcador.

El autoconocimiento y la autoconfianza, son de hecho, para los futbolistas y para cualquier deportista en general, una de las bases para poder enfrentar los retos de la competición.

Desde las categorías inferiores se forma a los jugadores no solo a nivel deportivo, también como personas. Desde que los atletas se inician en el deporte, no saben si llegarán a lo más alto o se estancarán, si sufrirán una lesión por el camino, etc.

El deporte exige a quien lo practica una gran dedicación y un esfuerzo continuo, en realidad, sin ninguna garantía.

El deportista ha de esforzarse no solo a nivel físico, debe hacer sacrificios y mantenerse siempre en el ahora, sin la certeza de una recompensa.

Superación personal y presión

También en este aspecto, el estoicismo para el deporte, supone una enorme enseñanza a la hora de afrontar las presiones a las que un deportista de alto nivel se expone de continuo.

La cara menos amable del fútbol nos ha mostrado en ocasiones, esta enorme presión que enfrentan los jugadores. Sin duda, cualquier aficionado recordará sin problema la Eurocopa del 2021, cuando el jugador Bukayo Saka (Arsenal/selección inglesa) en la final contra Italia, falló el penalti decisivo y rompió a llorar. El delantero, con tan solo 19 años, era el “responsable” de que su selección no ganara un título tras 55 años.

Toda esta responsabilidad frente a la afición del país “futbolísticamente” hablando había recaído en él. Y, a pesar de que cualquier entusiasta del fútbol sabe bien que los penaltis son una “lotería”, las críticas, los insultos y los mensajes de odio se sucedieron contra el jugador tras aquella circunstancia. Sin duda, un aspecto amargo de este deporte, pero una realidad que los deportistas a este nivel deben conseguir gestionar y superar.

En el deporte podemos percibirlo con suma claridad, pero en cualquier aspecto de la vida, en general, la superación personal es una constante si deseamos avanzar.

La tranquilidad que viene cuando dejas de preocuparte por lo que dicen.

(Marco Aurelio)

Salir de la zona de confort para obtener resultados

Marco Aurelio, pensador estoico afirmaba: “es una desgracia que la mente se rinda cuando el cuerpo sigue fuerte”.

Cualquier deportista entenderá que, cuando uno piensa que está dando de sí mismo un 90%, en realidad, todavía le queda mucho para llegar a su tope. Esa es, de hecho, una de las claves del deporte de alto nivel.

Y en la vida, ocurre de forma muy parecida: para progresar, para avanzar, para evolucionar y romper nuestras propias marcas, es necesario salir de nuestra zona de confort.

La vigencia del conocimiento estoico, es evidente, pues los recursos que aporta, son aplicables no solo al deporte, sino a cualquier persona que busque superarse y mejorar.

Esta filosofía práctica, es un recurso muy valioso que puede ayudarnos a comprender y gestionar mejor nuestros talentos y enfrentar las situaciones que se nos presenten con un “espíritu deportivo” en el sentido más amplio de esa expresión.

En AutoGnosis, una escuela acreditada por la IEA, International Enneagram Association y dirigida por el psicólogo Alberto Peña Chavarino, además de aprender esta sabiduría tan actual, con formaciones 100% online como la de Experto en Estoicismo y Eneagrama, podrás profundizar también en el Eneagrama y otras herramientas de autoconocimiento que pueden ayudarte a progresar y alcanzar tus objetivos.

Gracias al Eneagrama podrás además de trabajar en tu propio crecimiento, conocer mejor también a los demás.

Si estás interesado en ampliar esta información, puedes visitar la Web de la escuela o su canal de YouTube.

Por el momento, en mitad de la celebración del Mundial 2022, deseamos a la selección española mucha suerte y, sobre todo, mucho carácter y fortaleza estoicos.

El fútbol es imprevisible y, dependerá de muchos factores que España llegue a la final.

Quedan muchos partidos. Cuando no había llegado Alemania, con el 7-0 contra Costa Rica, era casi imposible no venirse arriba, pero estamos seguros de que, nuestra selección gracias a la formación en la disciplina estoica lo pondrá en práctica: la motivación es un aliciente que, junto a la prudencia, puede transformarse en una enorme fortaleza.

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