¿Por qué unir autoconocimiento y filosofía?

El Autoconocimiento consiste en descubrir tu personalidad, entender como eres, es una forma de diagnosticar qué es lo que te sucede, cuáles son los patrones funcionales y disfuncionales en ti. Te ayuda a darte cuenta, por una parte, de las creencias y los hábitos que te vienen bien, que son propios de tu tipo de personalidad y que te ayudan a funcionar. Pero también, por otra parte, las conductas y sesgos cognitivos que te mantienen bloqueado y te impiden avanzar.

Hasta aquí todo bien. Ya comprendemos que tenemos puestas las lentes fotocromáticas de un determinado eneatipo, en específico de cierto subtipo y que además tenemos una morfología facial de esta u otra manera pero, este proceso de identificación es sólo la primera parte. La segunda parte se corresponde con entrar en el tratamiento de crear un sistema de valores y un estilo de vida que nos permita vivir de forma adaptativa a la realidad según nuestro tipo de personalidad.

Es verdad que el eneagrama también nos da las guías que te indican los caminos que tenemos que tomar para integrarnos, avanzar, completar nuestro camino de desarrollo personal. Pero ahí falta toda la base filosófica, el cambio de actitud, de creencias disfuncionales, el fortalecer tu carácter y el crear unos ideales de vida.

Bueno, pues aquí es donde entraría la filosofía práctica. ¿Y por qué hago tanto hincapié en el estoicismo? Pues porque de todas las corrientes filosóficas, la que hoy en día más se ha establecido en Occidente, ha sido la filosofía greco romana estoica, ya que ha influido tanto en nuestra moral cristiana, como en la psicoterapia cognitivo conductual.

Tanto Aaron Beck como Albert Ellis manifestaron que se inspiraron en los antiguos escritos filosóficos de Sócrates, Aristóteles, y posteriormente los propios de los estoicos Marco Aurelio, Musonio Rufus, Epicteto, Séneca, entre otros, para crear la terapia cognitivo conductual, basada en ayudar a la persona a reencuadrar sus creencias disfuncionales.

El Estoicismo es una filosofía diseñada para hacernos más resilientes, felices, virtuosos y sabios. El núcleo de esta teoría filosófica consiste en que, pese a que no controlamos lo que nos sucede, podemos controlar como respondemos a lo que nos sucede. En otras palabras, a nivel psicológico, no son los hechos en sí lo que nos hace daño, sino nuestra propia forma de interpretar dichos acontecimientos. Por lo que nuestra felicidad depende más de nuestra disposición mental que de las cosas que nos ocurren.

Además, el principio de la dicotomía del control explicado por Epicteto, comenta que para ser felices, para funcionar adecuadamente, tenemos que centrarnos en aquellas cosas que están bajo nuestro control, en las que tenemos influencia directa. Mientras que la base de nuestro malestar y frustración, es perdernos en obsesionarnos en cosas que están fuera de nuestro control, donde no tenemos ningún tipo de influencia directa.

Si lo unimos al eneagrama, el estoicismo nos ofrece una guía práctica para poder conseguir el deseo básico de nuestro propio eneatipo de forma adaptativa reevaluando nuestra estrategia, nuestra forma de filtrar e interpretar la realidad y centrándonos en aquellas cosas que podemos controlar de nuestra forma de ser. En otras palabras, el estoicismo nos enseña a vivir de forma armoniosa y virtuosa de acuerdo a la naturaleza de nuestro tipo de personalidad.

Así pues, si eres Eneatipo 1, tendrás que vivir de acuerdo a como viven los tipos Unos, o crearte un estilo de vida y un sistema de valores adaptado a tu tipo de personalidad. O dicho de otra manera, tienes que lograr que los patrones de tu eneatipo se adapten a la realidad. Y así con todos los eneatipos. La idea es que tu personalidad te ayude y que no vaya en contra de ti.

Cuando uno estudia la personalidad llega a la conclusión que en realidad tener un tipo de personalidad no es bueno ni malo. Simplmente es el constructo que tenemos para movernos por el mundo. La personalidad tiene una función adaptativa, es lo que desde niño hemos necesitado para funcionar bien y adaptarnos al entorno. El problema comienza cuando llevamos nuestra personalidad tanto al exceso como al defecto. Por ejemplo, no hay nada malo con que seas Eneatipo 1, pero empieza a ser perjudicial para ti tanto cuando llevas las conductas de tu “Unismo” al extremo como cuando reprimes los deseos básicos de tu propio eneatipo. En el equilibro se encuentra la Virtud.

En AutoGnosis ® Escuela de Autoconocimiento, disponemos de un curso online intensivo de Estoicismo y Eneagrama diseñado por el director de la escuela, Alberto Peña Chavarino, y por Luis López, experto en estoicismo, en el que comprenderás los fundamentos del estoicismo aplicado a cada uno de los 9 eneatipos, para fortalecer tu carácter y tu voluntad descubriendo tu propósito de vida a través de la filosofía.

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