3 Problemas fundamentales del Eneatipo 6

El camino del desarrollo personal de un Eneatipo 6 es una constante búsqueda de seguridad y superación de inseguridades, desde su niñez hasta la vejez. Utilizo la palabra inseguridad y no fobia, porque, aunque al 6 se le suele definir como una persona miedosa, realmente todos los eneatipos tienen miedos. En el caso del 6, su temor específico es el miedo a la incerteza, a la incertidumbre, a la inquietud ante el desconocimiento de lo que va a suceder en el futuro.

Como 6, desde pequeño mi mayor temor han sido inseguridades del tipo: no sentirme capaz, no dar la talla, desconfianza en mi habilidad para tomar decisiones correctas… y probablemente, la fuente de todas estas inseguridades estriba en una falta de madurez de la autoridad interna.

Durante más de 10 años de experiencia terapeútica he tratado con pacientes y consultantes 6 de todo tipo: sociales, sexual-transmisores y “conservas”; seises de de morfología dilatada (temperamento adaptativo) y retraída (temperamento selectivo), seises de perfiles proyectados (impulsivos) y contenidos (reflexivos); seises con la frente alta (generalistas) y con dos dedos de frente (especialistas); seises con la fuerza de un mandibulón o con la agilidad de una mandibulilla; seises con ojos protegidos (introspectivos) o abiertos (apertura mental); seises de izquierdas y seises de derechas; seises ateos y seises “believers”; seises cobardes y seises valientes, seises maduros y seises inmaduros… Y he visto en todos los eneatipo 6 los mismos problemas que les impiden progresar, ser exitosos y felices. Si tuviera que categorizarlos, los resumiría en estos 3 problemas fundamentales.

El eneatipo 6 tiene dificultades de confianza en su autoridad u orientación interna y escepticismo hacia la autoridad o dirección externa.

Al 6 le cuesta confiar en su propia brújula interna a la hora de tomar decisiones que le aporten seguridad. Esto le puede causar diversos problemas en las diferentes áreas de su vida, como en la elección de pareja, de trabajo, de lugar de residencia, etc.

Y al no confiar en su propia autoridad, tampoco se fía de la orientación externa. Por eso se dice que el 6 suele tener problemas con las figuras de autoridad (a no ser que esas personas o instituciones le transmitan un alto grado de confianza y seguridad).

El eneatipo 6 tiene dificultades para mantener la confianza en una dirección concreta de vida que le permita ser constante y perseverante en sus proyectos y compromisos (al menos, con aquellos proyectos y objetivos que se ha marcado para sí mismo).

La confusión de ir dando vueltas de una dirección hacia otra sin seguir un rumbo fijo de vida también incentiva esa sensación de falta de autoridad personal.

Aunque al 6 le llamen “el leal”, precisamente a los seises a menudo les cuesta ser fieles a sí mismos: empiezan proyectos que no terminan, toman una decisión y la cambian, dicen que van a hacer una cosa y hacen lo contrario, etc…

La mayor parte de los problemas graves que he tenido en la vida ha sido precisamente cuando he sido inconstante y cambiante en el cumplimiento y finalización un propósito. Mi infierno personal ha surgido cuando he cambiado impulsivamente de rumbo, he dejado un proyecto mitad de camino o he procrastinado una decisión importante que debía de tomar. Por supuesto, cayendo en el autoengaño de creer “que no estaba preparado”, “que debía esperar a ver qué pasa para estar más seguro”, “que tenía que tener todo claro antes de continuar…” y creencias autodestructivas seisistas de este estilo.

Así que ya os podéis hacer idea de cómo es mi reacción cuando tengo en consulta a un 6 que se me queja y me pone escusas de por qué no logró tal objetivo, o por qué fracasó en su intento de hacer tal proyecto, o por qué no se comprometió al 100% con tal relación…

El eneatipo 6 tiende al desequilibrio psicológico y a sufrir estados periódicos de ansiedad, originados por su diálogo interno. Un diálogo interno interminable que pueden mantener a un 6 rayado dando vueltas a los mismos problemas durante días.

Esto genera un cansancio mental brutal, puesto que el hecho de estar dándole continuamente vueltas a la cabeza, causa problemas de todo tipo: uno de ellos lo vemos en los seises en su dificultad de desconectar e irse a dormir para descansar su mente. Muchos seises se pasan el día pensando, y por lo tanto su cerebro se cansa.

Y este estado cansancio mental deriva en caos mental que genera todavía más ansiedad, pérdida de capacidad de raciocinio y confusión. Hasta el punto de que pueden llegar a meterse en bucles o espirales autodestructivas de ansiedad.