El Eneagrama es un sistema muy preciso que explica con claridad cómo son las personas y su forma de relacionarse entre ellas.
Dicho de manera metafórica, el Eneagrama es un mapa de la naturaleza humana que nos ayuda a conocernos a nosotros mismos y a los demás.
El Eneagrama describe 9 tipos de personalidad humana, 9 rasgos positivos y negativos, 9 virtudes y defectos, 9 tendencias de conducta, 9 características psicológicas y espirituales que presentan los seres humanos.
El Eneagrama es uno de los sistemas de tipificación de la personalidad más certeros y precisos que existen desde la antigüedad (más de 6000 años) y se basa en las antiguas tradiciones filosóficas orientales sufíes. Hasta el siglo XX, parece ser que el conocimiento del Eneagrama sólo era conocido por los seguidores de La Tradición del Sufismo.
Fue George Gurdjieff quién por primera vez trajo el conocimiento del Eneagrama y el “Cuarto Camino” a Occidente. A partir de ahí, surgieron grandes estudiosos e investigadores del Eneagrama como Ouspenski, Don Richard Riso, Rus Hudson, Helen Palmer, Richard Rorh…
* Imagen obtenida del libro “La sabiduría del Eneagrama” de Russ Hudson.
¿Qué significa la palabra “Eneagrama”?
“Enea” signfica 9, y “Grama” significa trazo, es decir, un grafismo en forma de estrella de 9 puntas. Lo que este símbolo representa en 9 números son los 9 tipos de personalidad humana y los 9 pecados y virtudes humanas.
El Eneagrama representa 9 maneras de ver el mundo, 9 modelos de funcionamiento del Ser Humano, 9 formas de ver la vida, 9 tipos de personalidad con 9 estilos diferentes de pensar, sentir y de ser.
Y cada uno de estas 9 maneras de ser tiene sus correspondientes dones, virtudes, capacidades, potencias, limitaciones, puntos ciegos, bloqueos, defectos, formas de pensar, de comportarse y de ser.
Para comprender el Eneagrama hay que imaginarlo en movimiento
Un Eneagrama sin movimiento es un símbolo muerto;
el símbolo vivo está en movimiento, el camino de transformación del hombre,
es parte del movimiento perpetuo…»
(Gurdjieff)
¿Qué simbolizan los 9 números?
Cada número simboliza un tipo de personalidad. Cada tipo de personalidad tiene una virtud y un defecto básico (una virtud característica y un pecado capital).
Las líneas del Eneagrama indican cuál es la dirección que tiene que tomar cada tipo de personalidad para mejorar o empeorar su vida.
Es decir, las líneas son los posibles caminos que pueden tomar cada tipo de persona: evolucionar o involucionar, equilibrarse o desequilibrarse.
Es decir, las líneas del eneagrama representan un mapa de ruta de desarrollo personal que indica qué tiene que hacer cada individuo exactamente si quiere dar un cambio real y duradero en su vida, según su tipo de personalidad.
Un “Eneagramanauta” es un viajero interior –un buscador de sí mismo y de la verdad– que transforma su realidad externa con el verdadero poder de su esencia. Hemos creado ese nombre haciendo un símil metafórico con la navegación. Mientras que un “Astronauta” es un viajero exterior que va en busca de nuevos planetas y estrellas, un “Eneagramanauta” es un viajero interior que busca en interior descubrir la vedad de sí mismo: sus verdaderos talentos y virtudes para vivir su vida en equilibrio, paz, felicidad y plenitud.
9 TIPOS DE PERSONALIDAD:
9 MANERAS DE VER EL MUNDO
El problema (u oportunidad) que presenta el Eneagrama en su enseñanza es la subjetividad del formador que lo enseña. Este sesgo en la enseñanza y en la comprensión subjetiva del Eneagrama es normal, puesto que cada persona no vemos el mundo tal como es, sino a través de nuestras percepciones de la realidad.
El Eneagrama nos muestra cómo cada tipo de personalidad tiene una forma particular de verse a sí mismo y su realidad. Por ejemplo, hay personas que tienen una forma de ver la vida más relajada, serena y equilibrada (como el tipo 9, el “Pacificador”) y hay otras personas que tienen una forma de ver la vida más activa, energizante y orientada a lograr éxitos (como el tipo 3 “El triunfador”). Ninguno de los dos es mejor que el otro. Ambos tienen sus cosas buenas y malas. Por ejemplo, laboralmente el 9 sería extraordinario en un proyecto donde el trabajo que esté ya organizado y donde haya que colaborar en equipo sin excesivo estrés; mientras que el 3 nada como pez en el agua en un trabajo más activo, dinámico, muy orientado a objetivos y donde el 3 siente que se le reconoce su trabajo.
Cada tipo de personalidad experimenta la realidad de forma diferente, según su mayor sensibilidad a sus instintos, pensamientos o sentimientos. A mayor sensibilidad en un área de su vida, pasará de largo y hará caso omiso en otras áreas de su vida. Por ejemplo, una persona tipo 2 (“el ayudador”) es una persona con alta sensibilidad a las emociones y a las necesidades de los demás; sin embargo, dar tanta importancia a sus relaciones puede hacer que pierda el contacto con su realidad, olvide sus propias necesidades y se pierda a sí mismo en ayudar a otros a alcanzar sus objetivos en vez de luchar por lograr sus propias metas.
Esta es la paradoja del ser humano: nuestras virtudes son nuestras potencias en ciertos ámbitos de nuestra vida –en nuestras relaciones y en nuestro trabajo-, sin embargo, en otros ámbitos son defectos que nos limitan.
Por ejemplo, la fuerza de los individuos 8 es una virtud para ayudarse a abrirse paso en la vida, proteger a los débiles y hacer que las cosas salgan adelante; sin embargo, -como sabiamente decía el padre de Spiderman- “un gran poder exige una gran responsabilidad”. Esta fuerza de los 8 puede utilizarse para “hacer el mal”, y los 8 pueden volverse prepotentes, controladores, amenazantes y agresivos.
El Eneagrama muestra la clave para entender cómo funcionan los seres humanos: cada persona no ve la realidad tal cual es, sino que percibe su realidad según sus creencias. Estas creencias no se suelen examinar ni poner en duda. Están tan arraigadas en la mente subconsciente que impiden sentir, pensar y actuar de otra manera a la que se está acostumbrado a hacer. La persona no se cuestiona porque solo se cree lo que quiere creer: – “yo sé cómo funciona el mundo”.
El Eneagrama, la filosofía y sabiduría ancestral ya nos advierten que vivimos como autómatas presos de nuestros autoengaños. Nuestras suposiciones inconscientes crean opiniones firmes, reacciones impulsivas y expectativas que, aunque no nos demos cuenta, impulsan nuestra forma de vernos, de ver a los demás, de trabajar, de relacionarnos, de tomar decisiones y, en última instancia, determinan nuestra realidad.
De forma natural, al final interpretamos la actitud de los demás basándonos en nuestro propio modo de ver la realidad; y hacemos esto porque desconocemos cómo somos nosotros y cómo son los demás. Pero cuando entendemos cómo son las personas en términos del Eneagrama, vemos que su conducta surge de una filosofía coherente de su vida. Es decir, que por extraño que nos parezca el comportamiento de otra persona, para ella su conducta tiene una lógica perfecta, aunque nosotros no estemos de acuerdo ni le entendamos.
Veamos un ejemplo. Imagina que tu jefe es un tipo 4 “el artista”, y te sientes frustrado por su cambiante emotividad (montaña rusa emocional). Entonces, en vez de enfadarte o intentar hacerle cambiar con alguna nueva técnica de persuasión, lo que puedes hacer es ver el mundo desde su “emocional punto de vista”. Aunque a ti tu jefe 4 te parezca tempestuoso, cambiante y malhumorado, en realidad él se ve como un maestro en el arte de explorar sus pasiones y creatividad profunda. Si conoces el Eneagrama, sabrás que lo peor que puedes hacer con él es intentarle alegrar el ánimo (¡no intentes motivar a un 4 irritado!). Sino que debes dejarle espacio, y reunirte con él en su despacho cuando se calme, y escucharle sus ideas creativas y apasionadas.
He aquí el poder del Eneagrama: lograr conocer tu propia manera de ver el mundo y, acto seguido, considerar a las demás personas desde su propia forma de ver la vida.
El poder del autoconocimiento a través del Eneagrama es increíblemente transformador para las personas que realmente consiguen entenderlo, porque es una herramienta que permite conocer a los seres humanos con extraordinaria precisión.
El Eneagrama tiene diferentes aplicaciones en una amplia gama de situaciones en las que es muy valioso ver a las personas por dentro, comprendiendo con claridad sus motivaciones, aspiraciones, creencias, miedos, deseos, formas de ser etc.
Este conocimiento del Ser Humano puede ayudarte a saber cómo crear un equipo de trabajo equilibrado y bien conformado, cómo contratar a las personas adecuadas para un tipo de tarea, cómo hacer desvanecer como por arte de magia conflictos y enfrentamientos aparentemente irresolubles, cómo motivar a trabajadores apáticos y sacar lo mejor de ellos, cómo negociar con éxito con distintos tipos de clientes. En resumen, el Eneagrama es la “piedra Rosetta” que te ayudará a descifrar los secretos del funcionamiento de las personas para saber mejor cómo trabajar y vivir con ellas.
Si bien el Eneagrama ha sido una herramienta mayoritariamente desconocida, en los últimos años está experimentando una amplia divulgación en las facultades de psicología, sociología, filosofía y economía de las universidades de todo el mundo.
En el siguiente artículo descubrirás cómo son los 9 tipos de personalidad
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